A veces una serie, sin esperarlo, puede abrirnos puertas a mundos interiores insospechados. Eso me ocurrió con Lucifer. Comencé a verla con cierta ligereza, imaginando que sería puro entretenimiento, pero me encontré con una historia cargada de simbolismo, arquetipos y mensajes ocultos que resonaron profundamente en mí.
Lejos de lo que aparenta, esta serie nos invita a mirar más allá de las narrativas oficiales, a cuestionar los relatos heredados y a explorar la verdad que se esconde tras las máscaras del mito. Lucifer Morningstar no es solo un personaje atractivo o provocador; es un reflejo moderno del portador de luz, una figura ancestral vinculada a Venus, al autoconocimiento y a la eterna danza entre la sombra y la luz.
En este artículo te invito a sumergirte conmigo en una lectura simbólica de esta serie, conectando con la astrología, la mitología y las enseñanzas ocultas que revelan mucho más de lo que parece a simple vista.
El verdadero significado de Lucifer
Comencemos por el nombre del protagonista: Lucifer, del latín lux (luz) y ferre (llevar). El "portador de luz". A pesar de su connotación actual vinculada a lo demoníaco, su origen nos habla de otra cosa.
El concepto que hoy conocemos como Lucifer proviene principalmente de una interpretación bíblica concreta. Según mis investigaciones, su primera aparición es en el libro del profeta Isaías (Is 14.12-14), en la versión de la
Vulgata de San Jerónimo:
"¡Cómo has caído del cielo, Lucero, hijo de la Aurora!..."
Este "Lucero" o "Hijo de la Aurora" es una referencia clara a Venus desde el punto de vista astrológico y astronómico. Venus aparece en el cielo antes del amanecer o justo al atardecer. De hecho, el protagonista de la serie se hace llamar
Lucifer Morningstar, reforzando la asociación con Venus como lucero de la mañana.
Venus, el lucero del alba y su conexión ancestral
En la antigüedad, Venus fue considerado dos entidades distintas:
Phosphoros (griego):
cuando aparece al amanecer.
Hesperos:
cuando aparece al atardecer.
Los romanos lo nombraron:
Lucifer: el que trae la luz, al amanecer.
Vesper o Noctifer:
el que trae la noche.
El cambio hacia su asociación con lo demoníaco fue paulatino. Antiguamente, Venus y la Luna eran venerados como símbolos de lo sagrado femenino. Representaban los ciclos de la vida, la fertilidad, la creatividad. Pero con el surgimiento del patriarcado y las religiones monoteístas, estos cultos fueron demonizados.
Así comenzó una programación colectiva donde lo femenino, instintivo, cíclico, fue tachado de impuro, maligno o inferior. Muchas personas fueron perseguidas y quemadas por conservar ese conocimiento ancestral.
El ciclo de Venus y la estrella de 5 puntas
En astrología, cuando Venus se alinea con el Sol, se forma un punto en el cielo. Cada 8 años, estos puntos crean una figura geométrica armónica: una estrella de cinco puntas. Desde la Astrología al punto matemático donde se da esa conjunción se le llama "Venus Star Point" (si quieres saber más de este tema lee mi artículo
aquí). Esos grados matemáticos son claves en tu carta natal. Este símbolo ha sido vinculado tanto a lo sagrado como a lo "satánico", mostrando cómo el poder simbólico ha sido distorsionado.
Estas conjunciones han existido desde siempre, pero fueron algunas mentes oscuras quienes tergiversaron su significado, tiñendo de sombra lo que originalmente era luz.
Un personaje con simbolismo especial: Ella López
La serie está repleta de contenido simbólico y subliminal. Sería imposible detallar cada capa sin convertir este texto en un compendio interminable. Sin embargo, quiero destacar un guiño particularmente revelador que conecta con otra joya del simbolismo emocional: la película de Pixar Inside Out (Del Revés).
Me refiero al personaje de Ella López, la forense del equipo, una mujer radiante, espontánea y llena de fe. Su presencia en pantalla transmite luz, confianza y alegría, encarnando esa energía que nos reconecta con el sentido más esperanzador de la vida. Astrológicamente, no es casual: la actriz que la interpreta, Aimee García López de Ordóñez, tiene el Sol en Sagitario, un signo que vibra con optimismo, idealismo y una profunda fe en el propósito.
Lo más fascinante es que, en algunos episodios, Ella se enfrenta a su propia sombra, encarnada simbólicamente por Azrael, el Ángel de la Muerte. Esta dualidad entre luz y oscuridad refleja, una vez más, el hilo conductor de la serie: que incluso los seres más luminosos deben mirar de frente a sus zonas sombrías para integrar su verdad completa.
Reflexión final
Lucifer Morningstar nos recuerda que
la luz y la oscuridad habitan en todos nosotros. Cuanto más profunda la sombra, mayor la posibilidad de alumbrar desde dentro. Esta serie retrata un camino del héroe solar, un viaje de autoconocimiento y redención.
El héroe solar nace del rechazo, de hogares disfuncionales, de heridas. Y al enfrentarse a ellas, se transforma. Deja atrás su yo lunar (infantil, reactivo) para vivir desde su yo solar: su verdad interna.
Todos tenemos un rostro feo que nos hemos impuesto por no sentirnos dignos. Solo sanando esas heridas podremos mostrarnos como verdaderos portadores de luz.
Esta serie no solo entretiene. Es una metáfora del tiempo que vivimos: la batalla entre luz y sombra, verdad y manipulación. Nos invita a mirar más allá del velo, a leer los símbolos y a reconocernos como criaturas luminosas con un pasado oscuro que necesita ser abrazado.
En la escena final, Lucifer empuña la espada de la verdad. Y eso es, quizás, el símbolo más bello de todos.
Música recomendada de la serie
Tom Ellis al Piano
Música de la serie
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